«El Diablo y el señor Twain» de Koldo Azpitarte

La figura de Koldo Azpitarte (Bilbao, 1970), es una de las más prolíficas en nuestra historieta. Tanto como guionista (Reliquias y Cara de Ángel, ambas con Ángel Unzueta; así como variados guiones breves en las revistas La Resistencia o El Balanzín) y sobre todo como divulgador tanto en revistas (colaborador en la revista Dolmen, subdirector de Trama y desde 2013 director de la revista Z de Zona Cómic) como libros especializados (Cómics made in Spain o Senderos, un recorrido sobre la trayectoria de Paco Roca), la repercusión de su obra delata un amor incondicional por un medio en constante ebullición y transformación y en el que ha sabido encontrar su propio espacio personal.
Hoy, tenemos el placer de entrevistarle en relación a su reciente novela gráfica en compañía del inconmensurable dibujante Mikel Bao, El Diablo y el señor Twain publicada por Dolmen Editorial. Una obra atrevida, mordaz, diferente, renovadora y revolucionaria, una rara avis de nuestra historieta de la cual trataremos de desvelar sus mayores secretos. ¡Pasen y lean!

El Diablo y el Señor Twain_Koldo Azpitarte

1: ¿Cuándo nace tu fascinación por la figura de Mark Twain? ¿Hasta que punto te ha influenciado?
Como muchos otros niños crecidos en los setenta, mi primer contacto con Mark Twain fue a través de la colección Tus Libros. Allí leí Las aventuras de Tom Sawyer y Huckelberry Finn y me encantaron. Ya en mi adolescencia redescubrí a Twain a través de sus relatos breves, que me encantaron, y de El Forastero Misterioso, que me fascinó con su combinación entre fábula humorística y ensayo filosófico y hasta sociopolítico. Desde entonces he ido leyendo todo lo que se editaba de Twain hasta hacer una biblioteca bastante considerable.
No sabrás decirte cuanto me ha influenciado como autor pero pese a que me encantaría pensar que leyéndolo me he empapado algo, aunque sea poco, de su genialidad… lo veo poco probable.

2: ¿Cuál es la génesis de El Diablo y el señor Twain?
Estaba preparando un proyecto sobre Nikola Tesla (espero que no haya ningún guionista leyendo este texto ya que no me gustaría que me pisara la idea) y leyendo una de sus biografías descubrí que Tesla y Twain habían sido amigos. Aquello me empujó a investigar un poco más sobre sus encuentros y fui consciente de la maravillosa vida social de Twain. Imagínate un día en el que al mediodía te sacas unas fotos con Tesla y algunos de los escritores y actores más importantes del momento y a la noche cenas con Bram Stoker. ¿No es increible?
El caso es que el proyecto de Tesla tomó un camino diferente y se situó en una época diferente, por lo que Twain ya no podía ser un personaje secundario en el mismo, por lo que decidí usar esa parte de la investigación para hacer un par de historias cortas para La Resistencia…
Por cierto, por si alguien se lo está preguntando, el proyecto de Tesla sigue en marcha y ya tiene terminada la cuarta parte del mismo pero su dibujante está muy ocupado dibujando para Marvel y aun no podemos avanzar cuando se publicará.

El Diablo y el Señor Twain_Koldo Azpitarte

3: En la revista La Resistencia, se publicaron dos episodios recogidos en la novela gráfica. ¿Qué ha variado de una versión a otra?
En realidad fueron cuatro episodios, si no recuerdo mal. No le dijimos nada a nadie pero prácticamente desde el inicio teníamos claro que íbamos a realizar una historia larga con episodios más o menos autoconclusivos aptos para su lectura seriada. De hecho, esa estructura de serial, tan propia de las prepublicaciones de las novelas se mantuvo como la estructura del libro aun cuando sabíamos que ya no iba a ser publicada en la revista.
A nivel gráfico, ha habido pequeños ajustes y se ha redibujado una página. Nada especialmente importante pero creemos que de ese modo se dotaba de cierta homogeneidad gráfica a la obra. Uno se pasaría la vida reescribiendo o redibujando páginas pero en algún momento hay que parar, así que los cambios fueron sólo los necesarios.

4: ¿Ha sido arduo el proceso de documentación?
Por supuesto. Yo acumulo una media de 20 libros leídos por cada proyecto que he realizado. Reliquias, con las Cruzadas, se llevó alguno más y Cara de Ángel no necesitó tantos pero el estudio sobre los indios Washoe fue especialmente complejo. Muchas veces es información que apenas se ve en el comic impreso pero que me facilita enormemente el proceso de escritura. Supongo que es una manera de luchar contra mi inseguridad.
En el caso de Twain, he recopilado muchos libros de correspondencia de Twain (con su mujer, con Rogers, con otros amigos) y muchas biografías. Toda la correspondencia y la autobiografía completa desclasificada con motivo del centenario de su muerte no están traducidos al castellano, así que el trabajo ha sido aun más laborioso. Del mismo modo, la lectura de los cuentos completos, Juana de Arco o Cabezahueca Wilson era una parte del proceso de documentación y adaptación de textos originales del escritor pero probablemente lo más complicado ha sido la investigación en torno a El Forastero Misterioso. Yo creía que era una novela y realmente son cuatro fragmentos diferentes de un libro que Twain nunca terminó y que sólo vio la luz montado por su albacea literario tras su muerte. Hay un libro que recopila los cuatro fragmentos y explica los cambios efectuados que me fue de gran ayuda para la parte del libro que se centra en su escritura. Ese también era en inglés.

5: ¿Qué hace tan llamativa esta etapa de la vida de Twain?
Bueno, es una época muy interesante a varios niveles.
Primero, es una obra de notable sequía creativa del autor, con lo que eso implica de sufrimiento para nuestro protagonista. Si a eso le añadimos una inesperada tragedia familiar y una desagradable deuda económica que saldar, el drama está servido
Segundo, es una época histórica apasionante, en la que el mundo empieza a cambiar a una velocidad enorme. Estamos a finales del sigo XIX y podemos apreciar ya las semillas de algunos de los grandes conflictos del siglo XX
Tercero, Twain era un hombre muy popular y extraordinariamente sociable, por lo que a través suyo conocemos a Tesla, Stoker o Freud. El libro podría haber durado el doble simplemente aumentando la nómina de fascinantes personajes secundarios.

El Diablo y el Señor Twain_Koldo Azpitarte

6: ¿Dónde termina Sam Clemens y empieza Mark Twain?
Esa es una respuesta que sólo te la dará el libro.

7: ¿Qué simboliza el diablo en estas páginas? ¿El espíritu de rebeldía propio de movimientos artísticos como el Romanticismo? ¿Por qué esta fascinación?
Twain reflexiona mucho en esos años sobre la religión, la naturaleza del ser humano y dedica a El Diablo varios textos y una novela (El Forastero Misterioso). Yo me limito a interpretar sus reflexiones y aportar una hipótesis razonable de que podía estar pasando por su cabeza.
A nivel personal, te diré que la obra cambió y fue tomando un camino diferente mientras la escribía. Yo partía de un prejuicio y es que Rogers como multimillonario hecho a si mismo y tiburón de las finanzas no podía ser visto como otra cosa que el diablo. Conforme fui sabiendo más sobre la vida de Twain y leyendo sus textos ¿Que es el Hombre? Diario de Adan y Eva o Cartas desde La Tierra, me acerqué a una idea diferente.

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8: ¿Qué aportan a la trama la presencia de personalidades tan reconocidas como Tesla o Freud?
Tesla o Stoker nos sirven para que el lector tenga una idea del tipo de vida que llevaba Twain. Nos acercan al Nueva York de finales de siglo (Tesla y el restaurante Delmónicos) o al Londres lleno de prejuicios y falsa moralidad (Stoker).
Freud es un caso distinto porque es el elemento de ficción sobre el que gira la obra. En realidad no hay pruebas documentales de que Freud y Twain hablaran nunca. Se sabe que Freud fue a una conferencia de Twain y que lo admiraba mucho. Se sabe que tenían amigos comunes entre los judíos austriacos… pero no hay carta o testimonio de su encuentro. No es descartable mío mucho menos imposible pero es una licencia dramática sobre la que se erige la tesis del libro en la escena onírica.

9: ¿Cómo consigues dotar de frescura a tus diálogos, más aún en una obra donde muchos de ellos, como Twain poseen un estilo grandilocuente a la hora de expresarse?
Me alegra que pienses que mis diálogos son frescos. El mayor riesgo que asumí con este libro fue el dar voz a un personaje locuaz, verboso y grandilocuente. Es un libro muy cargado de textos y corríamos el riesgo de que esa densidad fuera interpretada como una incapacidad de síntesis por mi parte. Sin embargo, creo que era la única manera de acercarse a la obra y transmitirle un cierto espíritu Twain a la misma.
En el primer capítulo que escribí ( Cena en Delmónicos) Twain está constantemente citándose a si mismo. De hecho, era tan evidente que tuve que subrayar que era algo intencionado. Fue mi manera de apropiarme del personaje y a partir de aquel momento, todo fue muy fácil.

10: ¿Fue complejo elaborar la psicología de estos personajes? ¿Hasta que punto sus acciones y comportamiento son fruto del relato o de su biografía?
Creo que es necesario conocer a tus personajes antes de empezar a escribirlos. si son personajes de ficción, deben tener una biografía que les haya llevado hasta el momento en el que empieza tu historia. En este caso, todos ellos son personas reales, así que era necesario que actuaran de acuerdo a lo que yo había entendido que era su personalidad tras una profunda investigación. De Bram Stoker, por ejemplo, me leí la biografía escrita por David J Skal (editada por Es Pop y muy recomendable) y gracias a ella supe de su relación con peculiar Oscar Wilde. No es casualidad que se hable de Wilde en el segundo encuentro entre Stoker y Twain.
Es evidente que si la obra quiere ser, como es el caso, algo más que una traslación más o menos entretenida de episodios biográficos, uno debe tener una tesis y articular los hechos para que la estructura narrativa gire en torno a ese tema. Aquí, más que hacer que los personajes actuaran de un modo concreto, el elemento de ficción está en lo que ellos creen ver en los demás. De hecho, es eso mismo (lo que creemos que es el otro, es decir lo que proyectamos de nosotros sobre los demás) el origen de toda ficción: nuestro particular relato deformado sobre la realidad.

El Diablo y el Señor Twain_Koldo Azpitarte

11: ¿Cuál secuencia consideras que es la mejor elaborada?
Creo que la secuencia onírica tiene la virtud de romper una estructura narrativa relativamente rígida a la vez que reelabora y dota de nuevo sentido a todo lo anteriormente leído. De su éxito dependía en buena parte que la obra llegara a buen puerto.

12: ¿Qué destacarías del arte de tu compañero, Mikel Bao?
Ahora mismo no soy capaz de imaginar esta obra dibujada por otro artista. Creo que la ha hecho suya y que si la obra está logrando la repercusión que está teniendo es mérito suyo. Mikel es capaz de dibujar todo lo que le pidas y no se aburre de “bustos parlantes” pero sobre todo ha conseguido que un inusual número de señores mayores con barba se distingan unos de otros sin dificultad. Parece fácil pero os reto a intentarlo y veréis que no lo es en absoluto.
Mikel es un gran amigo desde hace años. Colaboramos en Z desde sus orígenes y sabía que trabajar con el iba a ser fácil, pero nunca sabes si puedes perder a un amigo en el proceso creativo, en el que los egos se deben acomodar y nos debemos sinceridad más allá de lo razonable.
Habíamos colaborado previamente en varias historias cortas y cuando vimos que la cosa funcionaba, nos pareció un paso natural el plantearnos una historia larga. Al principio no sabíamos que iba a ser tan larga y menos mal, ya que si no, no se si le hubiera convencido.
Lo más maravilloso de todo ha sido ver cómo Mikel iba modulando su estilo gráfico desde un registro más o menos realista a uno más cercano a la línea clara que creo que es todo un hallazgo, ya que es plenamente personal y reconocible. Que lo haya hecho en una sola obra es algo sorprendente y que las primeras y las ultimas páginas tengan pocas diferencias en cuanto a grafismo pese a los tres años transcurridos nos habla de su madurez como artista.

13: ¿Influyen las tiras de prensa norteamericanas de inicio del siglo XX en vuestro estilo?
Eso habría que preguntárselo a Mikel. Es evidente que hay elementos de diseño que van desde la propia portada a la estética de los personajes o los colores sepias que retrotraen a dicho periodo y que son un elemento narrativo elegido conscientemente.

El Diablo y el Señor Twain_Koldo Azpitarte

14: ¿Cómo se concreta vuestra colaboración? Por ejemplo, ¿compartís la elaboración de algún elemento como el argumento o el storyboard?
Yo escribo el clásico guion técnico en el que especifico el número de viñetas por página, describo cada una de ellas y las dialogo. Mikel lo dibuja y colorea. Evidentemente todo es un proceso abierto y dialogado en el que si el texto necesita algún recorte, se recorta, y si es necesario poner una viñeta más o trasladar un dialogo de una viñeta a otra, se hace. Del mismo modo, si el dibujo no transmite adecuadamente la información o hay algo que me chirría, se lo digo. Es un proceso normal de colaboración estrecha en el que ambos aceptamos de buen grado las opiniones y sugerencias del otro.
Más allá de eso, yo no hago storyboards al dibujante (si yo fuera dibujante, creo que me sentaría mal que me lo hicieran) ni el dibujante colabora en el argumento, que es algo previo a su participación en el proceso creativo. Aun así, tanto por su lado como por el mio siempre estamos abiertos a cualquier comentario que mejore nuestro trabajo.

15: ¿Proyectos de futuro?
Además de ese proyecto con Tesla de protagonista del que os hablaba al inicio, estoy ya trabajando en una nueva novela gráfica con Mikel. El argumento y la distribución de escenas por páginas está ya elaborado y Mikel ha empezado con el diseño de personajes. El proceso de documentación (si, otros 20 libros) ha terminado y he empezado a escribir las primeras páginas. Esta parte suele ser rápida y en cuanto Mikel acabe con el diseño de personajes, nos pondremos manos a la obra y pisaremos el acelerador: creo que en poco más de un año podría estar lista. Esta vez la protagonista es una mujer española del siglo XX de vida apasionante. Permitidme que sólo os de el título de la obra: Las Relaciones Peligrosas.

Una entrevista de Javier Mora.