ENTREVISTA AL GANADOR

Roberto de Paz Gallego (Madrid, 1982) es, como él mismo se define, “un tipo sencillo”. Curtido en mil y una experiencias (mozo de almacén, repartidor de periódicos, mystery shopper…) este trabajador social, ha forjado la viva evidencia de un corazón humanista, volcado para hacer de este mundo un lugar mejor, o al menos más solidario. Autor de dos novelas (“El hombre que gritó la Tierra es plana” y “Los Valientes”), sus ficciones recogen y plasman este espíritu inquieto en constante invención, y que hoy inicia su andanza en el mundo de las viñetas tras haber ganado la segunda edición de nuestro premio ARGH!

¿Quién es Roberto de Paz?

Un tipo sencillo, padre de familia, que actualmente trabaja como orientador laboral con personas en exclusión.

¿Por qué escribes? ¿Cuándo nace en ti esa necesidad?

La escritura me aporta mucho más de lo que cabría pensar. Me permite entender el mundo, o al menos reflexionar calmadamente sobre lo que ocurre en mi entorno. También es un mecanismo de introspección y autoconocimiento fabuloso, y por supuesto, algo tremendamente lúdico. Me gusta pensar que, pase lo que pase, por malo que sea, podré escribir sobre ello.

Comencé a escribir por gusto en el instituto, después de que un profesor de lengua decidiera dedicar una clase a la semana a que escribiéramos relatos, y los leyéramos delante de los compañeros.

¿Cuáles son tus principales referentes? ¿Qué autores te marcan?

Diría que los autores anglosajones de la segunda mitad del siglo XX ganan por goleada en mis estanterías. Podría destacar a Kurt Vonnegut, Paul Auster, Jonathan Franzen, Neil Gaiman, Alan Moore… No descubro nada.

¿Cuáles son tus inicios?

En 2012 publiqué mi primera novela, El Hombre que gritó la Tierra es plana (451 editores).

Tienes publicadas dos novelas. ¿Nos hablarías de cada una de ellas?

El Hombre que gritó la Tierra es plana” es una novela que transita de Madrid a Nueva York, y que toca la crisis del petróleo y la posibilidad de forzar un colapso global para salvar el planeta.

En “Los Valientes” (Salto de Página) abordo todos los acontecimientos previos que mueven a un grupo de personajes variopintos a fundar un microproyecto de sociedad utópica.

¿Cómo definirías tu estilo narrativo?

Creo que estoy lejos de tener estilo propio. A lo que aspiro es a escribir bien de la manera más sencilla y certera posible.

Aparte de estas obras, ¿qué otras actividades literarias has desarrollado?

Además de las novelas anteriores tengo varios prólogos y relatos publicados, de los cuáles destacaría uno dedicado a la enigmática figura de Thomas Pynchon, que fue publicado en la antología “Última Temporada” (Lengua de Trapo), encargada de reunir a algunos de los narradores más destacados de los nacidos en los años 80.

¿Has realizado antes guiones de historieta?

Tengo algunos guiones más. Unos con las primeras páginas dibujadas y listas para ser enviadas a editoriales, y otros a la espera de formar tándem con algún dibujante para armar una propuesta.

¿Qué te anima a participar en el concurso?

Sobretodo la posibilidad de someter la historia a juicio ajeno para saber si merecía la pena. Y por supuesto la visibilidad y el apoyo en el desarrollo final del guión que ofrece el premio.

¿Cómo nace la idea de Auxiliares?

Durante bastantes años he trabajado en un centro de Servicios Sociales y como valorador de la Ley de Dependencia, lo que me ha permitido visitar decenas de residencias de tercera edad, y conocer de primera mano el trabajo que realizan las auxiliares de geriatría. Recuerdo verlas trabajar y decirme que alguien tendría que escribir sobre su desempeño diario.

¿Podríamos definir tu obra como cómic social u obra costumbrista?

Entiendo que sí, pero incluso siendo útiles, las etiquetas pueden ser también bastante inexactas y limitantes. Con Auxiliares me gustaría reivindicar las historias laborales en las que el empleo de las personas se sitúa en el centro de la trama. Pasamos un tercio de nuestras vidas trabajando, pero por algún motivo la literatura suele pasar de puntillas sobre los aspectos laborales, y las consecuencias que estos tienen en las personas.

¿Qué otras obras historietísticas tomas como referencias?

Es obvio que El Arte de Volar y Arrugas están ahí, pero si en la obra de Paco lo importante son los residentes, en Auxiliares lo que importa son las trabajadoras, esas tramoyistas de lo social en las que nadie nunca repara.

Háblanos de tu trío de protagonistas. ¿Qué crees que las hace únicas?

Las tres encaran sus dificultades con una épica silenciosa, mundana y optimista que me parece muy potente.

¿Qué representa cada una de ellas? ¿Están inspiradas en personas reales?

Comanechi se aferra a la búsqueda de la perfección en su trabajo para encontrarle sentido. Hana está de paso en el geriátrico. Le gusta trabajar con ancianos, pero sueña con abrir su propia escuela infantil. Por último, Dolores es el ejemplo de la mujer entregada al cuidado de los otros.

A pesar de que conozco a muchas auxiliares, he tratado de que mis personajes no se parezcan a nadie en concreto.

¿Por qué decides que es mejor abordarlo como historieta y no como obra narrativa?

Creo que el carácter secuencial del cómic le viene muy bien a la historia, donde las protagonistas repiten una y otra vez las mismas tareas.

¿Qué crees que hará diferente a tu obra?

Con los niveles de producción de hoy en día resulta complicado diferenciarse. Sin embargo, sí creo que Auxiliares muestra el día a día de un colectivo muy poco representado en la ficción, al menos con carácter protagonista, aunque al final, lo que subyace en los cimientos de la historia son los mismos conflictos universales de siempre.

¿Con qué estilo de dibujo visualizas la historieta? ¿Tienes algún dibujante en mente?

Pienso en un dibujo sencillo, de estilo limpio y sin demasiadas estridencias. No tengo ningún dibujante en mente por ahora.

¿Qué crees que te aportará el premio?

Espero que el premio me permita sumar a un dibujante al proyecto, y dar con una editorial que crea en el mismo.

¿Cuáles son tus planes de futuro inmediatos?

Ahora toca aprovechar a tope la oportunidad de desarrollar el guion de Auxiliares de la mano de alguien con mucha más experiencia.

Una entrevista de Javier Mora.