Alicia Palmer, cómic y feminismo

Alicia Palmer (Madrid, 1959) es una voz tardía en nuestra historieta, pero una voz repleta de talento, personalidad y, ante todo, compromiso. Sus obras publicadas hasta el momento (la trilogía Revolución siglo XXI: Esclavas, De Ponent, 2014; Hombres feministas, Fundación CEPAIM, 2017; El viaje, Fundación CEPAIM, 2019) son muestras palpables de la buena salud del cómic social actual y nacen con la firme intención de transmitir valores asentados en la libertad, la igualdad y el feminismo. Junto a ella reflexionamos sobre la necesidad de una historieta militante que luche y denuncie en cada viñeta las injusticias de este mundo y que se erija como medio de expresión para una sociedad renovada: igualitaria e inclusiva.

1: Una pregunta “trampa” para empezar, ¿quién es Alicia Palmer?

Una persona inquieta con trayectoria variada y en continua evolución… “he sido” muchas cosas; con los guiones empecé hace unos siete años. ¿Cómo me defino en este momento? Tal vez como activista social, feminista y madre de dos grandes tipos… esto último puede parecer cursi, y seguramente lo es, pero le da sentido a los otros dos compromisos.

2: ¿Desde cuándo eres lectora de tebeos? ¿Qué hace única a la historieta?

En mi casa siempre ha habido tebeos, mi primer recuerdo son los cuadernillos del Capitán Trueno que remiraba sin saber leer (me identificaba con Crispín); después, uno de los mejores momentos de mi infancia eran los domingos por la mañana que acompañaba a mi padre al Kiosco y volvía con mi ejemplar de Tío Vivo

La historieta es un medio muy visual y cada cual tiene historietas que van unidas a un recuerdo o a alguna emoción personal, creo que es eso lo que las hace únicas.

3: ¿Qué autoras y autores te marcan?

Yo crecí leyendo viñetas como algo habitual, después de los tebeos vinieron las colecciones de Tintín, Asterix, algún ejemplar suelto del universo Marvel… Pero el punto de inflexión lo marcó Paracuellos de Carlos Giménez, fue como un mazazo de realidad: las historietas no estaban solo hechas para reír y vivir aventuras, también podían entristecer, horrorizar, escandalizar…

Me enganché a la faceta social del cómic como herramienta de denuncia, de testimonio y de sensibilización… Y en ese sentido hay otras obras que me han marcado: Persépolis, Maus, Fun Home…

4: ¿Qué te lleva a emprender el arduo camino de guionista de cómic?

En 2012, coincidiendo con una etapa de voluntariado en organizaciones que trabajan en intervención con colectivos en riesgo de exclusión social, empiezo a imaginar el guion de ESCLAVAS al escuchar testimonios de personas en situación de prostitución…

Como digo en la presentación: Sin proponérmelo, y sin ninguna formación más allá de las lecturas, había cruzado la línea de lectora a (también) autora.

5: ¿Tu formación como guionista es autodidacta?

El primer guion fue Esclavas y surgió de la necesidad de contarlo, me puse a ello sin más técnica que el poso que deja muchos años como lectora de cómics; luego, según avanzaba y veía que cogía cuerpo, decidí comprar los manuales de Scott McCloud para explorar algo de teoría. Después de esto he seguido investigando, asistiendo a talleres…

6: ¿El papel de la mujer en la historieta está cambiando realmente? ¿Las autoras contáis con el reconocimiento y la presencia que siempre se os ha negado o aún queda mucho camino por andar?

El papel de la mujer está cambiando en todas partes, estamos reclamando nuestro espacio en entornos tradicionalmente masculinizados; pero el feminismo no es exclusivo de mujeres, es el momento de abandonar roles y conseguir el equilibrio como personas. Los hombres tienen también parcelas hasta ahora vetadas (a riesgo de poner en entredicho su masculinidad) que están empezando a reclamar como derecho a una vida plena.

Alicia Palmer, cómic y feminismo

7: Historietas como las tuyas son un ejemplo a seguir pues remarcan un profundo acento feminista. ¿Qué otras iniciativas destacarías dentro de esta línea tan necesaria?

Pues enlazando con lo anterior, vendrían bien iniciativas enfocadas a acabar con la idea de que hay cómics (o personajes) “para chicas” que los niños deben evitar si no quieren ser el centro de las burlas de sus compañeros. Son frecuentes las quejas de padres y madres de niños que rondan los 5 o 6 años y son ridiculizados en el cole porque les gusta Frozen o la Capitana Marvel.

Estos detalles van marcando, desde edades tempranas, las pautas de lo que te corresponde, o no, en tu rol de persona incompleta.

8: Centrándonos en tu obra, ¿calificarías tus obras como cómic social?

Sí. Lo que he publicado hasta la fecha parte del análisis de comportamientos sociales.

9: ¿Es indispensable una visión crítica en la historieta? ¿El cómic debe asumir un papel comprometido?

Para nada es indispensable. Hay cómics que te remueven y hace que te replantees algunas cosas y hay cómics maravillosos que son puro entretenimiento… Benditos sean.

10: Esclavas, parte de historias reales. ¿Tu principal cometido era denunciar o concienciar?

El caso de Esclavas es especial. Los auténticos protagonistas, a pesar del título, son los chicos convencidos de la necesidad de cambiar el mundo; activistas en causas nobles como la ecología, el maltrato animal, plataformas por la justicia social… pero que tienen normalizada la explotación sexual y contribuyen a perpetuar este horror. La intención era mostrar esta incongruencia. En ese sentido se puede enfocar como propuesta de toma de conciencia de hasta qué punto somos “responsables inconscientes” del sufrimiento ajeno.

11: Hombres Feministas y El viaje, son publicados por la Fundación Cepaim. ¿Cómo nace tu colaboración con esta fundación? ¿Qué es el Proyecto de Innovación Social en el que se enmarcan?

Con Esclavas, mientras buscaba documentación sobre estudios que trataban el consumo de prostitución, encontré también, algunos trabajos muy interesantes de investigación sobre cómo se construye la masculinidad en torno a la exigencia de no mostrar vulnerabilidad, educando a los niños, desde los primeros juegos, en la agresividad como su principal herramienta. Una de las personas que lleva tiempo trabajando sobre masculinidades es Bakea Alonso, coordinadora en ese momento del área de Igualdad en la Fundación Cepaim; me puse en contacto con ella y le propuse elaborar un cómic sobre el tema, en el marco de las actividades dirigidas a hombres que la Fundación realiza para la prevención de la Violencia de Género.

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12: Hombres Feministas posee un marcado tono didáctico. Con los distintos ejemplos que presentas de hombres comprometidos con la causa feminista, ¿es posible deconstruir anteriores modelos de masculinidad tóxicos?

El tono didáctico viene del planteamiento original de elaborar un cómic dirigido en especial a los jóvenes y ofrecerlo a docentes de institutos como herramienta para reflexionar sobre la violencia machista entre adolescentes.

El primer obstáculo a vencer era erradicar la idea de que el feminismo va contra los hombres cómo tantos se empeñan en propagar; de ahí surgió la idea del catalejo morado para rescatar de la Historia algunos de esos hombres comprometidos en la Igualdad en las distintas épocas de la lucha feminista. Este primer cómic se publicó en 2017 con tan buena acogida que ha sido reeditado en varias ocasiones por distintas instituciones públicas.

En cuanto a la idea original de un cómic que mostrara la posibilidad de deconstruir el modelo de masculinidad tóxica aprendido sobre una base de competitividad, agresividad y sometimiento (que perjudica a todo el mundo, también a quien la ejerce) quedó como tarea para una segunda publicación.

13: El viaje, supone un paso más allá. Superas la guía metodológica para ofrecer una novela gráfica coral. ¿Por qué empleas ahora el vehículo de la narrativa? ¿Pretendes ahondar de forma distinta en las ideas planteadas en tus anteriores trabajos o simplemente te impusiste nuevos retos?

Es menos complicado que todo eso; partíamos de un objetivo que era dar a conocer el feminismo a los chicos y animarles a participar en este Movimiento que también les beneficia a ellos como miembros de una nueva sociedad más empática y justa.

La idea era partir de un protagonista instalado en su “machismo inconsciente de confort” que se inicia en el descubrimiento de qué es, y qué no es, el feminismo… por eso pensé en utilizar la estructura del Viaje del Héroe que igual puede servir para conseguir los planos de una nave interestelar que unas gafas moradas.

Teníamos la lista de los temas a tratar (que eran muchos) y la estructura que íbamos a utilizar… “sólo” quedaba confeccionar el argumento.

Precisamente porque queríamos abordar mucha temática como base de debate, pensé en dos protagonistas y por tanto dos viajes, había que desarrollar dos tramas argumentales con algunos puntos de cruce. Fue un trabajo que llevó prácticamente dos años de dedicación (si no exclusiva, al menos, intensa) por eso sugerí incluir el anexo e índice en plan “cómo se hizo”, creo que aporta valor añadido a la obra.

Alicia Palmer, cómic y feminismo

14: En esta sociedad nuestra que vive momentos de agitación, ¿quiénes son las verdaderas heroínas y héroes?

Creo que, por definición de acción heroica, siempre lo son las personas que por sus ideales dejan el anonimato y arriesgan su libertad e incluso su integridad física de forma altruista para cambiar un orden establecido que beneficia a unos pocos a costa del resto… sabiendo además, tal y como está el patio, que dejando su círculo de confort se exponen a recibir más incomprensión (y odio) que gratitud

Te puedo poner algunos ejemplos concretos como son la tripulación del Open Arms o las Femen… es decir, a pesar del planteamiento del cómic, espero que los hombres que emprenden la aventura de descubrir y sumarse al Feminismo no se tengan por héroes (broma).

15: Con tu complejo glosario de personajes, ¿tratabas de ofrecer un amplio caleidoscopio de nuestra sociedad o pretendías dar la vuelta a los maniqueos arquetipos literarios?

Jaja, no pretendía nada, quizás la complejidad viene de que son dos viajes con sus dos protagonistas y correspondientes acompañantes en dos tramas entrelazadas.

En realidad aquí también me he apoyado en los manuales sobre personajes: al protagonista le acompaña en su viaje el antagonista y sus mentores, que al ser el tema “hombres y feminismo” he considerado oportuno contar con la visión feminista de una mujer y de otro hombre; y junto a estos personajes principales, para dar más juego, he incorporado (en cada trama) una pareja de secundarios como contrapunto cómico y también, lo que algunas obras teóricas llaman personaje B, alguien con quien coincide el protagonista una vez iniciada la aventura y que en el pasado se enfrentó al mismo reto.

16: Tu uso del diálogo es revelador, ¿cómo consigues que tus personajes nutran su personalidad de forma fluida con el devenir de sus palabras sin caer panfleto ideológico?

Durante todo el desarrollo de los diálogos he intentado huir de adoctrinamientos e identificar a cada personaje en su rol (ya sea machista, feminista o de curiosidad con sus dosis de rechazo o descubrimiento).

17: ¿Cómo elaboras tu guion? ¿Cuáles son los pasos previos? ¿Hasta qué punto es importante la documentación?

Dedico mucho tiempo a la documentación y a organizarla según un esquema previo de lo que puede ser el guion y luego, según escribo, a la mínima duda vuelvo a buscar información, sobre todo si estoy tratando hechos que se apoyan en la realidad (actual o histórica).

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18: ¿De qué manera colaboras con los dibujantes? ¿Mantenéis un diálogo fluido?

Me adapto totalmente a su forma de hacer; en principio expongo como imagino yo la composición de cada página de una manera abierta y a partir de ahí el diálogo es la base del trabajo en equipo. En este sentido creo que es la persona que dibuja quien mejor sabe cómo gestionar de una manera visual el espacio de la hoja, prefiero que den rienda suelta a su creatividad y luego comentar el resultado dando alternativas si algo no me convence.

19: ¿Qué destacarías de los artistas con los que has colaborado?

Al margen de su pericia profesional que a la vista está, me gustaría destacar su implicación en los temas que tratábamos en el guion pues a veces se sentían interpelados y comentaban su punto de vista con interés, propiciando debate y mostrando curiosidad por saber más; creo que ha sido una colaboración que a mí también me ha aportado muchísimo.

20: Para concluir, sabemos que estás inmersa en dos nuevos proyectos relacionados con la historieta, ¿podrías hablarnos de ellos?

El primero es un guion que se desarrolla en una época muy intensa en España: entre 1929 y 1936, la protagonista principal es una cigarrera del barrio de Lavapiés en Madrid y para la ilustración tenemos el lujo de contar con Montse Mazorriaga. El segundo es un intento de encajar espiritualidad, feminismo y mecánica cuántica… surge de una idea muy loca que me gustaría desarrollar y estoy en fase de documentación.

Una entrevista de Javier Mora.