Razones para un premio

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Hagamos un poco de historia… En 2019, con tan solo unos meses de vida, ARGH tomó una idea en redes de Hernán Migoya y la plasmó en el premio Ricardo Barreiro. El mismo nacía con una doble intención: homenajear a aquellos compañeros veteranos que habían marcado un antes y un después en nuestra profesión; y servir de puente entre las culturas latinoamericana y española gracias a ese espíritu de identidad que supone el crear viñetas. Como sabréis, los premiados en esa primera edición fueron Enrique Sánchez Abulí y Robin Wood, dos autores genuinos y carismáticos, memoria viva de la historieta a uno y otro lado del charco.

Esta segunda edición de nuestro premio Ricardo Barreiro, nació con pretensiones semejantes (recuperar a autores clave y estrechar lazos culturales), pero también con diferencias manifiestas tanto en ejecución (desde ahora solo un ganador) como en planteamiento (denunciar en esta edición el desconocimiento y desinterés dentro de la industria del tebeo de un número significativo de autoras). Cambios en cierta medida necesarios e indispensables para hacer de este un premio contemporáneo a su tiempo. A tenor de estas directrices, Armonía Rodríguez Lázaro, por desgracia recientemente fallecida, se ha erigido como la ganadora indiscutible.

¿Por qué Armonía? Desde su entrada en 1951 como secretaria de Rafael González en Bruguera, nuestra autora supo labrarse paulatinamente un hueco y crecer ya fuera como coordinadora de producción, adjunta a la dirección artística, traductora, correctora y, por supuesto, guionista. De su pluma, mayormente bajo seudónimos como el de Elsa Martín, surgen relatos de corte amoroso, del oeste, adaptaciones literarias… En esta editorial labra un estilo propio preciso y eficaz. Armonía es por tanto una de nuestras más incipientes pioneras, si bien su figura ha sufrido un doble proceso de invisibilidad: como mujer (no olvidemos que sus guiones en Buffalo Bill eran firmados “con seudónimos masculinos porque se consideraba que una mujer no podía escribir cosas así sobre el oeste1), y como guionista dentro un modelo de edición donde la premisa es la producción incesante y no el reconocimiento a sus autores.

Pero, por otro lado, Armonía es también una de las primeras impulsoras de los movimientos reivindicativos dentro de nuestra historieta. Su implicación política en plena dictadura provocó su persecución. De hecho, esto es lo que les lleva tanto a ella como a su compañero de vida, Víctor Mora, a abandonar nuestro país en 1961 y refugiarse en Francia durante casi una década. A su vuelta, ambos tratan de impulsar el compromiso en una nueva generación de autores. Auspiciaron una serie de reuniones en el estudio que Carlos Giménez, Luis García y Adolfo Usero poseían en Premiá del Mar, para a la creación de una revista que nunca llegó a buen puerto. Pero en la misma, como señala Marika una de sus protagonistas: “se pretendía recuperar el cómic como lenguaje artístico y transgresor para despertar el compromiso de los autores con el cambio social2. Estos encuentros supusieron la base que conformó el Colectivo de la Historieta. Por otro lado, Armonía también trató de afianzar en la sociedad un mayor reconocimiento de la profesión de historietista y participó en el club DHIN (Dibujantes de la Historieta y la Ilustración Nacionales) siendo la única guionista del mismo. Nunca perdió la esperanza de que sus esfuerzos sirvieran para aglutinar mejoras laborales y afianzar la lucha de los derechos de los creadores de cómic españoles.

Sobran los argumentos pues. Armonía Rodríguez merece recuperar el lugar que por derecho y trascendencia le pertenece dentro de nuestra historieta. ARGH con la concesión de este premio pretende comenzar a llenar este vacío y reivindicar su valor como artista y militante de pleno derecho.

Estamos de enhorabuena.

Javier Mora


1“Armonía Rodríguez guionista, pionera inolvidable” entrevista de Norman Fernández y Pepe Gálvez publicada recientemente en la revista Z e incluida gracias a la amabilidad de sus autores en este pequeño dossier.

2 Marika en “Recordando a Nía”, reflexión incluida en este dossier, nos presenta una visión cercana y entrañable de la figura de Armonía.